Es aquello que acompaña a la realización del fin propio de cada ser vivo, la felicidad que le corresponde al hombre es la que le sobreviene cuando realiza la actividad que le es más propia y cuando la realiza de un modo perfecto; es más propio del hombre el alma que el cuerpo por lo que la felicidad humana tendrá que ver más con la actividad del alma que con la del cuerpo; y de las actividades del alma con aquella que corresponde a la parte más típicamente humana, el alma intelectiva o racional. Como en el alma intelectiva encontramos el entendimiento o intelecto y la voluntad, y llamamos virtud a la perfección de una disposición natural, la felicidad más humana es la que corresponde a la vida teorética o de conocimiento (por ello el hombre más feliz es el filósofo, y lo es cuando su razón se dirige al conocimiento de la realidad más perfecta, Dios), y a la vida virtuosa. Finalmente, y desde un punto de vista más realista, Aristóteles también acepta que para ser feliz es necesaria una cantidad moderada de bienes exteriores y afectos humanos.
En resumen, Aristóteles hace consistir la felicidad en la adquisición de la excelencia (virtud) del carácter y de las facultades intelectivas. sábado, 30 de mayo de 2015
jueves, 9 de abril de 2015
Hoja Volandera
El hombre que mató a Liberty Valance (1962)
Autor:John Ford
Título:
El hombre que mató a Liberty Valance
Título original:
The man who shot Liberty Valance
Dirección: John Ford
País:
Estados Unidos
Año:
1962
Duración:
123 min.
Género:
Drama, Romance, Western
Productora:
Paramount Pictures
Presupuesto:
3.200.000,00 $Departamento musical: Irvin Talbot
Dirección:
John Ford
Dirección artística: Eddie Imazu, Hal Pereira
Un anciano senador del Congreso de
los Estados Unidos, Ransom Stoddard (James Stewart), relata a un periodista la
verdadera historia de por qué ha viajado junto a su mujer Hallie (Vera Miles)
para acudir al funeral de un viejo amigo, Tom Doniphon (John Wayne). Todo
comenzó muchos años atrás, cuando Ransom era un joven abogado del este que llegó en diligencia a Shinbone, un pequeño
pueblo del Oeste, para ejercer la abogacía e imponer la ley. Poco antes de llegar
a su destino, es atracado y golpeado brutalmente por
el temido pistolero Liberty Valance (Lee Marvin).
Ford tenía algo más de 65 años cuando
rodó esta película. En aquella época el cine clásico se desangraba ya sin
remisión; el trasvase de directores iniciados en la TV era imparable y los
viejos artesanos tenían cada vez menos predicamento y debían adaptarse.
Tom Doniphon (John Wayne) quemó su
casa protestando por un amor perdido y rindiéndose ante lo que sabía
inevitable; Ford agotó un género desde la reflexión meticulosa y crepuscular.
Tom dejó su sitio a las compilaciones
de legislación y a las asambleas de gentilhombres; Ford apuró posibilidades
para que fueran otros, era el turno de esos otros, los que estiraran desde la
sobreexcitación lo que él había detallado ya desde el brío y la ternura de un
cine con ansias de mito y armazón de orfebrería en estado puro.
Tom disparó el último tiro para así
convertir en leyenda el inevitable futuro en el que ya no tenía sitio; Ford
grabó en un anticuado blanco y negro la perfección de una forma de hacer cine y
dejó paso a la necesaria renovación, a la inexcusable evolución.
Y es que, por mucho que se insista en
otorgar el calificativo de crepuscular a películas como Grupo Salvaje, es esta
película de Ford la que mejor refleja aquello que esos antihéroes mitificados
por el western clásico perdieron con la llegada del ferrocarril y de los
“attorney at law”. Quizás porque el propio Ford se estaba disipando también
entre el ineludible empuje de los Leone, los Lumet o los Frankenheimer, y ante
esa imparable locomotora cuyo innovador trayecto culminaría en los 70.
Así que condensó toda la nostalgia que fue
capaz de rescatar en un cactus, un sombrero vaquero a uno noventa y tres del
suelo y en una vieja cabaña en llamas. Así lo hizo y luego se marchó. Y se
marchó sí, ya lo creo. Aunque aún le quedaran tres o cuatro pelis más.
Reparto:
John Wayne: Tom Doniphon
James Stewart: Ransom Stoddard
Vera Miles: Hallie Stoddard
Lee Marvin: Liberty Valance
Edmond O'Brien: Dutton Peabody
Andy Devine: Marshal Link Appleyard
Ken Murray: Doc Willoughby
John Carradine: Maj. Cassius Starbuckle
Suscribirse a:
Entradas (Atom)